Duracion: 55 mins Se entiende que la célula es la unidad morfológica y funcional de todo ser vivo. Esta organización biológica es capaz de crecer para ser transformada en células madres y así ser dividida mediante dos procesos; mitosis: dando lugar a dos nuevas células hijas idénticas y el proceso de meiosis: encargado de dar paso a la formación de cuatro células hijas distintas entre sí con la mitad del código genético de la célula madre. Generalmente, las células mueren por apoptosis, y posteriormente, son reemplazadas por unas nuevas. En el cáncer estas células se multiplican de manera autónoma, sin control alguno, de forma irregular llegando a invadir localmente, así como a tejidos vecinos, provocando metástasis y a su vez altas tasas de morbimortalidad. El cáncer puede ser definido como la pérdida de control de un sistema organizado, donde las células se ven alteradas perdiendo el programa de apoptosis o “suicidio celular” trayendo como consecuencia esta temible y letal enfermedad. Epidemiológicamente el cáncer es una de las causas principales de muerte alrededor del mundo. Para el año 2018, hubo un total de 18.1 millones de casos nuevos y 9.5 millones de muertes. Ante las cifras elevadas que se proyectan para el futuro respecto al cáncer, se deben desarrollar alternativas terapéuticas que permitan minimizar el crecimiento tumoral, así como efectos adversos provenientes de las quimioterapias que signifiquen un menor riesgo para la vida de un paciente. En la actualidad no existen medicamentos específicos para inhibir el crecimiento tumoral o el manejo absoluto del dolor en pacientes con cáncer terminal. De manera extraordinaria gracias a la investigación científica moderna, se ha establecido el papel antitumoral que ejerce el sistema endocannabinoide sobre la enfermedad del cáncer, así como el alivio de otros síntomas procedentes de tratamientos convencionales. El sistema endocannabinoide tiene una actividad moduladora emergente en proteínas y factores nucleares que regulan la proliferación celular, diferenciación y supervivencia. Por ende, es posible pensar que este sistema está involucrado en el control de procesos homeostáticos fundamentales y en la transformación neoplásica. Los cannabinoides y endocannabinoides naturales, tanto como los agonistas sintéticos CB1 y otras moléculas que presentan actividad de cannabinoides agonistas indirecta, tales como transporte de endocannabinoides y los inhibidores de la degradación de cannabinoides, han demostrado limitar el crecimiento del tumor y la progresión de varios tipos de cáncer debido a la inhibición de la motilidad celular. Estos incluyen, entre otros, tumores linfoides, tiroideos, de mama, prostático, piel, glioma, glioblastoma y leucemias.  A medida que se explora en la literatura científica se hace cada vez más evidente que el sistema endocannabinoide está íntimamente relacionado con elementos que retrasan la progresión celular del cáncer. Además, se le atribuyen otras propiedades que resultan beneficiosas para este tipo de pacientes, tomando en cuenta algunos efectos de los cannabinoides como el efecto ansiolítico, antiinflamatorio, antiemético, regulador del sueño y otros. De esta forma, el uso del cannabis medicinal se plantea como una muy buena alternativa terapéutica de gran interés como coadyuvante en el manejo y tratamiento de la enfermedad de cáncer, llegando a posicionarse en el futuro como una de las formas más eficaces y seguras d. IDIOMA: ESPAÑOL